Nuestro móvil TDC visitó la propiedad donde reside el pediatra, Benjamín Malamud, un pediatra que reside en la ciudad y que fue protagonista activo por su profesionalidad y dedicación a la salud de las familias de la comunidad.

Precisamente al cumplirse el 60 aniversario de su egreso en la universidad nacional de Córdoba, las autoridades municipales decidieron realizarle un reconocimiento.

Con la entrega de una placa con el mensaje: “La Municipalidad de La Falda agradece y felicita al doctor Benjamín Malamud por sus 60 años de vocación y servicio desarrollados en esta ciudad",  el propio intendente Javier Dieminger, sintetizó una vida integrada por acciones que ampliamente contribuyeron y lo siguen haciendo en pos de la medicina preventiva, la permanente actualización en los avances médicos y  una mirada social integrada a todos los miembros de la familia.

Por eso en la entrevista, hablamos de la necesidad de recuperar aquel espiritu del medico de familia, virtudes de las cuales Malamud ha mantenido activas para varias generaciones en la región.

Nos menciona con orgullo el haber ejercido junto a su esposa, y tener también  hijas ejerciendo la  profesión médica.

Recuerda con una mezcla de orgullo y nostalgia a sus mentores y colegas médicas en todos estos años.

Nos retrotrae a sus funciones ejercidas y  ser contemporáneo a la transformación del hospital regional, dependiente de la provincia, a hospital municipal de La Falda.

Si bien siempre recuerda el retroceso en la salud de la zona, no deja de reconocer los avances de los servicios que el área de salud municipal ha logrado en los últimos años, pero siempre mencionando como negativo a nivel general, la precarización laboral en la medicina pública.

También recordó en la nota,  su rol dentro de CIPLA, la Comisión Intersectorial para la Prevención de Lesiones Accidentales, dando valor a la tarea de educar en prevención, y sumar a todos los actores de la comunidad en esa lucha.

Lo cierto es que el Dr. Malamud, sigue ejerciendo y teniendo nexos con sus pares de instituciones pediátricas, con la misma pasión y preocupación comunitaria  del primer día, realizando un valioso aporte, que en definitiva motivó el reconocimiento de la ciudad. Los 60 años fueron un excelente momento para ello.