El anuncio del lunes 28 de abril por la noche del Gobierno provincial, de flexibilizar la reanudación de ciertas actividades, quedó sujeto a 2 protocolos: el rojo y el blanco.

El centro de Punilla (de Villa Giardino a Casa Grande) para acceder a esta flexibilización de la cuarentena, por la magnitud de la población, debería cumplir el requisito de no tener casos positivos activos de coronavirus desde el comienzo de la pandemia.

Como región, ingresaría con la denominación de zona “blanca”. Pero según la determinación que tome el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), Villa Giardino podría quedar excluida, por tener dentro del sistema de registro, el caso de un ciudadano, con dirección en la villa, que dió positivo al Coronavirus en Buenos aires.

Es por ello que el jardín de Punilla estaría incluido dentro de los 55 municipios y comunas de la provincia con la denominación de zonas “rojas”, y exceptuada de la flexibilización de la cuarentena, quedando a criterio de las autoridades provinciales aplicar alguna excepción que determine que el caso de Covid-19 no tiene referencial sanitario, sino cívico a esa localidad.

Casa Grande, Valle Hermoso, La Falda y Huerta Grande, sí calificarían como zona blanca.

La flexibilización, alcanzaría a la obra privada, industria, comercio y profesiones independientes, en un estricto cumplimiento de respectivos protocolos, que garanticen la salubridad pública, tomando como referencia las disposiciones sugeridas desde el Gobierno nacional para evitar la propagación del Covid-19.

Se fijaron una serie de protocolos para las actividades comerciales, obras privadas y ejercicios de profesiones, enmarcando esta última como la actividad de escribanos, contadores, abogados, arquitectos, ingenieros, agrimensores, corredores inmobiliarios, gestores matriculados y martilleros”.

Por lo tanto en toda actividad flexibilizada se deberán cumplir: 

Todas las medidas de seguridad e higiene que establece el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) a través de sus protocolos de bioseguridad.

Evitar todo tipo de contacto físico entre clientes y personal de atención, debiendo garantizarse las medidas de distanciamiento de dos metros e higiene necesarias. 

Utilizar y fomentar, mediante medios telefónicos, virtuales, las consultas e interacción para llevar a cabo las distintas actividades, minimizando el desplazamiento entre los clientes y el personal de atención, así como con los profesionales.